El sol, realmente, es la mejor imagen de Dios.
(Cántico al hermano sol, de Francisco de Asís)

 

Soneto con rebosamiento de asonancias en este año mariano.

 

No. No hay mejor imagen del Eterno,

que el sol que nos reviene cada día

origen de la vida que a porfía

cubre la tierra incluso en el invierno.

 

De noche, ¿a dónde va? ¿en qué averno

siempre joven, rehace su energía?

Cántico al sol de San Francisco, guía

de mi humilde razón cuando discierno.

 

Y tú, oh Luna, lámpara encendida

algunas noches para que no sean

tan semejantes a la nada ida.

 

Luna y Sol: Cristo, que eres Tú luz mía,

haz que mis ojos hasta el fin les vean

como prenda de Dios y de María.

 

Alfredo Rubio de Castarlenas

 

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