Si las cenizas existen,
existe un fuego,
un brasero ardiente
en alguna parte…
Las cenizas y el fuego
son parte de una misma realidad.
Las cenizas son el resultado
de un fuego incandescente de amor.
Cenizas,
signo de tanto amor dado.
Cenizas,
signo de tanto amor a esperar.
Cuaresma, cuarenta días
para transformar
todo lo que nos estorba
en un inmenso fuego pascual.
Pauline Lodder
Fuente: Luz de clara esperanza, Edimurtra