… de venir aquí el 12 de cada mes, y éste del principio del año, para recordar, reverenciar, rememorar, revivir, esta devoción a santa Eulalia, aquí a la sombra de sus restos. Hoy es también mi santo y estoy contento de esta coincidencia, que estén recogidos juntos en este recuerdo en el Cielo y entre nosotros aquí en la tierra en este san Alfredo, cuando tengo la obligación y el gozo de tenerle una devoción especial como protector mío, y a santa Eulalia a la que le tengo desde hace tanto tiempo una grandísima devoción. Me alegra esta coincidencia.

 

Y estamos en el 12 de enero, que es el anterior al 12 de febrero, fiesta grande de santa Eulalia. Este año vendrán para estar juntos con alegría los de Santa Eulalia de Montpellier, que vendrán el 12 para poder concelebrar junto al señor cardenal esta fiesta tan tradicional en la ciudad de Barcelona, patrona de Barcelona santa Eulalia.

 

Y en el Evangelio que acabamos de escuchar Cristo saca los demonios de esta persona. Bueno es que nos preparemos para la fiesta de santa Eulalia pidiendo a Jesús que nos saque todos los demonios que pudiésemos llevar dentro, grandes o pequeños, para prepararnos bien para este gran día de la fiesta de la patrona de Barcelona, de la patrona de tantas cosas: de la juventud femenina, de la ciudad, de las Claraeulalias, de la Casa de Santiago. Que nos prepare bien, que nos saque los demonios, como digo, si es que puede haber demonios grandes y pequeños; pues todos, lo defectos, las tentaciones que nos hacen caer con faltas de caridad, de generosidad, de rectitud total y transparencia de nuestros deseos y aspiraciones y trabajos. Que nos haga realmente luz de Dios en medio de los hombres. Queremos seguir a Cristo y tenemos que ser así, como Él que era pura transparencia de Dios Padre: quien me ve a mí, ve al Padre. ¡Qué alegría si pudiésemos decir en la calle a la gente: quien nos ve a nosotros, ve a Cristo, porque somos imitadores sin ninguna sombra, gente que no escondemos nada, con una pura y recta intención, ¡con humildad y con confianza en la gracia!

 

Pues bien, en este día tan hermoso en el que estamos, por san Alfredo, santa Eulalia y preparación de la gran fiesta de santa Eulalia, pidamos eso en la Eucaristía. Jesús, como a este hombre lleno de fe, ¡sácanos los demonios que podamos tener, grandes o pequeños, para que podamos tener una salud, tener una alegría en el alma, una paz inmensa, y poder llevar esta paz y esta alegría y la luz de Cristo por todos los rincones del mundo, a todos que estén cerca de nosotros. Que así sea.

 

Alfredo Rubio de Castarlenas

Homilía de 12 de Enero de 1988 en la cripta de la catedral de Barcelona

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