El sacerdote hispano habla sobre el realismo existencialista, doctrina que él creó y sobre la cual de conferencias en todo el mundo.

Sacerdote, doctor, profesor, filósofo, investigador, científico y ser persona muy agradable, son algunas de las ocupaciones que ha tenido en la vida el señor Alfredo Rubio.

Él vive en España, pero vino a América para dar una serie de conferencias en la Universidad de Santo Domingo. Estas pláticas son acerca del aniversario por el descubrimiento de América.

«Fui invitado por la Universidad de Santo Domingo para dar unas conferencias sobre filosofía de la historia y con motivo del quinto centenario del encuentro de dos culturas, y el encuentro de aquel brazo de la humanidad que llegó hace cuatro mil años a este continente que se dio la mano con el otro brazo de la humanidad que llegó de Oriente».

Dada la marcada influencia, pues él es el creador de la doctrina del Realismo Existencial, el asunto del descubrimiento de América cobra un tinte diferente al que tradicionalmente se le ha marcado.

«Me gusta hablar más de un encuentro de esos dos brazos de la humanidad, más que de descubrimiento, porque Europa descubrió América y en ese momento también América descubrió Europa».

«Además, si no hubiera sido España la que llegara, hubiera sido cualquier otro país y los procesos habrían sido parecidos: conquistas, luchas y guerras, ya que era lo del tiempo. Lo mismo que había guerras en España, Italia y Francia, también había guerras entre las tribus indias, aztecas y olmecas».

En cambio, otras personas, a esta conquista la vieron como un gran adelanto científico, pues era por fin el encuentro de un continente con otro. En ese momento hubo muchas cosas buenas, otras malas, pero según el señor Rubio, lo bueno ha superado en mucho lo malo que pudiera haber.

«Hay otra corriente que son los historiadores rigurosos, científicos que tratan de poner al alcance de la gente las fuentes necesarias para que se acaben con esas interpretaciones fantásticas de leyendas horrorosas, leyendas negras que tratan de ocultar la verdad de las fuentes históricas que ahí están y de las cuáles se siguen descubriendo cosas muy interesantes».

Se necesita ser una persona muy especial para ver lo bueno de lo malo y cuando alguien posee esta cualidad, significa que todavía hay seres capaces de disfrutar positivamente la vida. Una de estas personas es Alfredo Rubio, quien con su realismo existencial hace que cualquiera tenga una perspectiva más optimista de la vida.

«De Santo Domingo me he pasado a Hermosillo porque quiero hablarles del Realismo Existencial, que consiste en aceptar el pasado tal y como es para aprender de él, y para darse cuenta de que si hubiera habido algo distinto en el pasado yo o tú, o él no existiría»

«Es por ello que en la época de la conquista ninguno de los que estamos ahora existía, por lo que no debemos tenernos ningún resentimiento. Aquello es cosa del pasado, no existíamos, lo mejor es olvidar viejos resentimientos y ser amigos para poder trabajar juntos por un futuro mejor».

El señor Rubio dice, y con razón, que si la historia hubiera sido distinta, ahora habría aquí otros americanos, otros asiáticos en Asia y otros europeos en Europa. Ninguno de los que estamos existiría.

«Es por eso que nos alegramos que la historia haya seguido este curso, no que lo malo fuera bueno, sino lo malo ha sido malo y eso es lo que hay que saber para no volver a repetir la historia».

Aparte de hablar del Realismo Existencial, el padre Rubio quiere comunicarle a toda la comunidad hermosillense que aquí se está poniendo en marcha el Ámbito de Investigación María Corral. España fue sede de este ámbito.

«El Ámbito de Investigación y Difusión María Corral es un equipo de personas sensibles a la cultura y a la evolución de la sociedad. Se desea profundizar, a la luz de los conocimientos científicos actuales, en aquellas cuestiones que atañen al hombre de hoy, y se trata de darles una respuesta válida y difundirla con seriedad».

Estas actividades se hacen a través de artículos de prensa, radio, televisión, jornadas, congresos y también cenas, en las cuales se reúnen varias personas para platicar sobre determinado tema.

«Aquí en Hermosillo se han hecho cinco, la próxima es el 20 de octubre y en ésta se hablará sobre «La Muerte, algo humano», ya que morir es estupendo porque eso quiere decir que existo. Sólo lo que no existe no muere, de manera que morir es un tema apasionante para estudiarlo».

En esta cena se invita a catedráticos, profesores, intelectuales y a varias personas más. Sólo duran tres horas por lo que la gente que asiste se puede retirar en paz y al día siguiente se integra normalmente a sus labores profesionales sin sombra de desvelos.

Alfredo Rubio de Castarlenas

Publicada en:
El Imparcial de Hermosillo (México), octubre de 1988.

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