“Cuando te abofeteen, pon la otra mejilla, no para tentarles a que vuelvan a ofenderte, sino para mostrarles que no lo tomas en cuenta, que sigues siendo su amigo. Y pones la otra mejilla como señal para que ellos, arrepintiéndose, puedan darte un beso de paz”, de Joan Huguet Ameller (Lc. 6,29)
Este es un mensaje abierto para todos los seres humanos porque todos nesitamos arrepentirnos en la mutua convivencia. Ante todo al ofender a otro o ser ofendidos por alguien. El perdón cuánto cuesta hasta el momento de volver a dar el beso de la paz. Siempre hay que mostrar la otra mejilla.