A JESÚS

 

Buen Jesús, treinta y tres años viviste

en el mundo ruin de los humanos

y a cambio de tus hechos sobrehumanos

las más viles injurias recibiste.

 

Mas con tu Voz divina convertiste

a miles de judíos y paganos

y llagados tus pies, rotas tus manos,

por salvarnos, Señor, en cruz moriste.

 

¡Ya se desvaneció la idolatría!

Los misterios de Dios nos descifraste

y nos diste por Madre… ¡a María!

 

Por herencia la Iglesia nos dejaste

creando tu Amor la Eucaristía

¡con nosotros por siempre te quedaste!

 

Alfredo Rubio de Castarlenas

 

Poema publicado en el Diario de Barcelona, jueves, 22 de abril de 1943, en primera página

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