A Miguel Ángel García Fernández
excelente pintor que hace aflorar
y hace recibir.
En los retratos vas, de vez en vez,
más allá de cualquier ropaje vano
que no hay nada más grande en cuanto humano,
que aun vestido, quedar en desnudez.
El propio retratado se es juez
al no sentir ya nada en el arcano
que el pensamiento se le ve en la mano
y el corazón se le subió a la tez.
En la página blanca de la tela
crea sonoridades tu pincel
y al que pues posa ante ti lo haces canción
del gozo de existir como una estela
que desde el cuadro entrara por su piel.
¡Salvar a los que pintas es tu don!
Alfredo Rubio de Castarlenas