En la espera… se escriben cartas
JESÚS AMIGO MIO
Jesús, Amigo mío:
hoy te estoy escribiendo.
No sé por qué; me sale
así, sin más, de dentro.
El tener lejanías
aumenta los deseos
de verse los amigos
que se están escribiendo.
Jesús, amigo claro,
te digo que te quiero
como un hijo a su padre
como al labio los besos,
como un hermano a otro
que se aman sin saberlo;
como la vida al sol
o la montaña al viento,
como dos camaradas
antiguos de colegio;
como el pájaro al aire
o el mar al marinero.
Te amo porque “eres”.
Yo, que sólo “estoy siendo”.
Jesús, amigo mío,
¡sí! contéstame presto.
Alfredo Rubio de Castarlenas