Soneto a Jesús
Santa Teresa de Avila y de Alba,
que sigues caminando por el mundo
desde Castilla: cielo azul profundo
y grandiosos ocasos rojo u malva.
Sobre tierra parduzca porque calva
la dejaron las hoces de iracundo
filo que vuelve, al sudor, fecundo
y dando Pan de Amor al hombre salva.
Llama a la Casa de Jesús García.
Dile que sabes y que le recuerdas
y por él intercedes noche y día.
Le harás feliz y así, él seguirá
tus huellas peregrinas ¡sólo cuerdas
a la luz que el Señor, de Fe, nos da!
Alfredo Rubio de Castarlenas