Soneto a vuelapluma –y a corregir–
a Paco, en la víspera de su regreso.
Buen sembrador has sido, Paco Viñas,
al irte para Europa a consagrarte.
Poniendo en solfa, has tenido el arte
de dejar bien repletas las campiñas
de América –tan llenas ¡ay! de riñas–
con la semilla de “R.E.” que darte
quise al venirte tú, y ya comparte
ahora la gente, ¡tantos niños y niñas!
Uno siembra, otro riega, otro recoge.
Mientras allá tú estés en duermevela
¡seguro hará llover Dios en las almas!
Quién sabe si otras veces, aquí te acoge
esta tierra y te ofrece y te revela
flores y frutos, verdes y altas palmas!
Alfredo Rubio de Castarlenas