SONETO
AL VERSÍCULO NT 5, 44:
“AMAD AL QUE NO OS AMA”.
Señor, yo no soy Dios, Tú bien lo sabes
y sucede que a veces me fatigo
de tanto morir a uno como amigo
y sus desaires hacen que te trabes.
Yo no soy Dios. No tengo tantas llaves
cual tienes Tú y no sé lo que me digo
cuando uno se torna mi enemigo
y tengo que aceptarle en tus naves.
He tratado de amar contracorriente
años y años, casi sin descanso
mas ya no puede el brazo ni la mente.
Si en este duro Mandamiento tuyo
quieres también que yo te siga, manso,
dame tu fuerza pues si no, yo huyo!
Alfredo Rubio de Castarlenas