Yo.

        Tú, Señor.

                            Pudiera parecer

en esta leve sala de hospital,

que estamos solos. No es verdad. Cabal,

yo estoy contigo y Tú junto a mi ser.

 

Donde Tú, siempre están todos los Santos,

les tengo pues por fieles compañeros.

De esta tierra, también te son sinceros

amigos, muchos. ¡Siento cerca a tantos!

 

Tú y yo. Yo y Tú. Y no, no estamos solos.

Tú sabes que eres todo para mí.

Y sé te soy… bastante necesario.

 

Gente pasa y no ven estos dos polos:

ni a mí en la cama ni pintado a Ti.

¡Y cabe el mundo en este albo escenario!

 

Alfredo Rubio de Castarlenas

 

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