Vamos a tardar mucho tiempo en olvidar la pandemia. Ojalá tampoco olvidemos algunas de las cosas que nos ha enseñado. Por un lado, “la entrega, la generosidad del personal sanitario, voluntarios, trabajadores y trabajadoras de la salud, sacerdotes, religiosos, religiosas”. Y por otro, la importancia de los sistemas sanitarios públicos.
Así nos lo recuerda Francisco: “Los países más pobres, los países más vulnerables, no pueden acceder a los tratamientos necesarios para atender tantas y tantas enfermedades que siguen sufriend”.
Por eso, pide a los gobiernos “que no olviden que un buen servicio sanitario, accesible a todos, es una prioridad”. Unámonos a su petición, y difundamos este mensaje cada uno de la forma que pueda.
“Recemos este mes por el personal sanitario.
La pandemia nos ha mostrado la entrega, la generosidad del personal sanitario, voluntarios, trabajadores y trabajadoras de la salud, sacerdotes, religiosos, religiosas.
Pero esta pandemia también ha puesto en evidencia que no todos tienen acceso a un buen sistema sanitario público.
Los países más pobres, los países más vulnerables no pueden acceder a los tratamientos, necesarios para atender tantas y tantas enfermedades que siguen sufriendo.
Muchas veces, esto se debe a una mala administración de los recursos y a la falta de un compromiso político serio.
Por eso quiero pedir a los gobiernos de todos los países del mundo que no olviden que un buen servicio sanitario, accesible a todos, es una prioridad.
Pero también quiero recordar que el servicio sanitario no es solo una organización, si no están los hombres y mujeres que dedican su vida a cuidar de la salud del otro.
Y que han dado, durante esta pandemia, la vida por ayudar a recuperarse a tantos enfermos.
Recemos para que el compromiso del personal sanitario de atender a los enfermos y a los ancianos, especialmente en los países más pobres, sea apoyado por los gobiernos y las comunidades locales”.
Por la Red Mundial de Oración del Papa (Apostolado de la Oración – http://www.apmej.org).