Soneto durante el viaje a Higüey
Santo Domingo tiene una montaña
tan alta como pico pirenaico.
Y una llanura, corazón arcaico
Del trabajo del hombre con la caña.
¡Oh tierra del primer beso de España!
tan verde como aquel verdor galaico,
y tan cristiana que también lo laico
rezuma al dulce Dios desde su entraña.
Ríos anchos y selvas tropicales
que parecen un nuevo Paraíso
y tienen el aire trinos musicales
que mueren en la playa sin aviso
para que sea el mar con sus cristales
quien nos cante una nana bien sumiso
A Cesc Bundó i Mas
pivot de la joiosa esperança dominicana.
Amb tot afecte… aquesta primera redacció del Sonet!
Alfredo Rubio de Castarlenas