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Paz y Alegría
Es todo el trópico
una amplia fábrica de ángeles
¡se mueren tantos niños inocentes!
¿Son angelitos o serán arcángeles?
Trabajan en el campo,
esparcen pesticidas por doquier;
las moscas blancas se hacen resistentes
y ellos mueren no lejos de nacer.
El cielo con celeridad se puebla
de niños tropicales de ojos grandes
¿qué me dirán al ir yo a su cielo,
hombre tecnocrático?
–¡Oh! lo olvidamos todo. Ven y presto entre nosotros, andes
que aquí se está mejor
que en cualquier otro lugar que puedas soñar:
Los ríos acarician y las noches
nunca tienen sobras para espantar;
Más bello que las playas caribeñas,
todo son framboyanes florecidos.
Nos reímos del mundo y de su gente.
Y hasta Dios juega con nosotros a b—-s.
Alfredo Rubio de Castarlenas
