FiiT +
¡Es tu gran fiesta San José Obrero!
Con tus manos labrabas la madera
y con tu corazón ya sin ladera
bien oteaste el alba, en tu albo albero.
Fuiste pastor del cándido cordero
pues la futura Víctima, El era.
¡Convertiría el mundo en primavera
la savia de su sangre sin tempero!
¡Oh San José! Patriarca de lo humano
y lo divino, en este mundo nuestro
a veces tan cruel, tan inhumano.
¡Esposo de María! Lo más nuestro
es el tener a Cristo siempre a mano
para hacernos oír el Padrenuestro.
Alfredo Rubio de Castarlenas