FiiT +
Me amas Señor. Y eso constituye
el único tesoro de mi vida
que todo lo demás ya se me olvida
como la leña que el hogar destruye.
Ya nada en este mundo sustituye
a esta Joya que cura toda herida
que me dejó la voluntad rendida
y así mi corazón de todo huye.
Me amas Señor. Y ya no hay melodía
que me suene mejor en el olvido
ni pasaje más álgido en mis ojos
ni más luz que la de este mediodía
de tu infinito amor que me ha prendido
un fuego ardiente en todos mis abrojos.
Alfredo Rubio de Castarlenas