Fiit    +

 

Soneto a Rosa Mari

 

Buena observadora y silenciosa,

como María, en tu corazón

guardas todas las cosas con unción

y luego oras a Dios por cada cosa.

 

Respondes con tus ojos presurosa

a quien te hace una petición

de ayuda, de consejo, de oración.

Tus obras son respuesta primorosa.

 

¡Cuánto bueno nos tienes que decir

de tus hondos pensares y sentires!

Todos ansiamos de verdad oír.

 

No esperes para hablar que me haya muerto.

Mucho agradezco con bondad me mires

mas puedes darnos mucho, estoy bien cierto.

 

 

Alfredo Rubio de Castarlenas

 

Comparte esta publicación

Deja un comentario