Fiit +
Soneto con estrambote a Juan Miguel, tan devoto de esta fiesta
Hoy es el día de la Cruz de Mayo,
cuando se viste el Lábaro de rosas.
Nuestras penas se hacen más hermosas
a pesar que el dolor me dé desmayo.
En esta cruz florida fuerza hallo
para seguir andando entre las cosas
de este mundo que pinchan y no osas
agarrarlas, valiente, por el tallo.
Una Cruz semejante bien querría
en mi tumba. Ya alguien regaría
para que así estuviera siempre en flor.
Pues me hielan el alma las de piedra
que sólo saben de ciprés y yedra.
Y parecen que matan el amor.
Sí; por lo menos algún día…
un tres de mayo a mediodía.
Alfredo Rubio de Castarlenas