Fiit    +

 

Tú me sigues, Señor, por todas partes

y sabes lo que pienso cada día.

Siempre te alegras junto a mi alegría

y sé también que mi dolor compartes.

 

Nada pueden hacer mis malas artes

para ocultarme a Ti. ¡Qué tontería

si soy yo mismo quien insistiría

que de tu fiel atención no me descartes!

 

Ni siquiera mi piel puede esconderte

lo que pasa en mi ánimo voluble

y que a veces querría no supieras.

 

Más tengo miedo entonces de perderte

si dejo que mi corazón se nuble.

¿Qué Sol tendría yo, si no me vieras?

 

 

Alfredo Rubio de Castarlenas

 

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