FIIT +
Soneto
(en séptimo? y birrimo)
Has vuelto hacia mi, Señor, tu mirada
cuando yo me sentía desolado;
por un vaho de temores, ahogado,
la gente enemiga antes que nada.
Pero ¡qué más da! si a Ti, confiada
mi vista a su vez, la tuya ha mirado
y en tu luz al fin, la paz he hallado.
Mi alma revivió, de tantos hollada.
Esta noche, fue muy noche a mi lado,
y también dentro de mí, agarrada
a los muros de mi ser mutilado
hundiéndome ya con fe desolada.
Más Tú de repente te has acercado
y mi fe, volvióse alborada.
Alfredo Rubio de Castarlenas