Soneto (Le cuento al Señor)
Llegué, ví y acampé en el Toro Azul.
De la Roulotte toda ventana abrí.
Las fui celando con suave tul.
Pasa el aire y nadie me ve a mí.
Tengo encima una sombra de abedul
ya no me cabe duda: estar aquí
es mejor que seguir hacia Estambul
que está lejos, es moro y nunca fui.
¡Oh Cartuja ambulante sobre ruedas!
Ya en quietud a la tentación no cedas
de seguir adelante. ¿Para qué?
Que mucho es lo que escribir yo tengo.
Es la verdad; a sólo eso vengo
Dame amor, esperanza y aún más Fe.
Alfredo Rubio de Castarlenas
Nota: Son moreras, pero eso no rimaba.