¡Señor! de la alegría de existir

mi copa llenas hasta el mismo borde.

Has hecho que te ame “ex toto corde”

en la etapa final de mi vivir.

 

¡Sigue escanciando! para conseguir

que mi amor y tu Amor estén acorde

pues quieres bien que, rebosante, aborde

con gozosa esperanza mi morir.

 

¡Sirve tu vino! aunque se derrame

en la reseca tierra de mi vida.

Aún lograrás así mejor te ame.

 

Tu gran Banquete ¡cuánto se hace ansiar!

Allí podré –sanada toda herida–

mi copa con tu copa al fin ¡brindar!

 

 

Alfredo Rubio de Castarlenas

 

Comparte esta publicación

Deja un comentario