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Soneto a Antonio Romero
Nuestro Antonio llegó de Andalucía
la mitad monje y la mitad soldado.
Es cual decir, prieto (?) por un lado
y sabio por otro, en filosofía.
Pero en Barna cambió su poesía
por santidad, que es verbo más alado
y el haz de la razón ha decantado
al más alto saber: la Teología.
Nada menos de Córdoba es Romero
que es como soñar del mar el mero
lo más caballeroso de la Bética.
Aprendió el joven mucha ciencia ética
y amando a Cristo, se volvió cordero
que así se alcanza la infinita estética.
Alfredo Rubio de Castarlenas
A Antonio Romero en la festividad de su Santo, cordialmente. 13-VI-91