Fiit +
Soneto al Sol con estrambote cariñoso de despedida
¡Señor, Señor! Con cuanta algarabía
recibí al sol que viene en la mañana!
Para mirarlo abro la ventana
y su luz me saluda cada día.
Esta Tierra sin sol sería fría,
pues de su fuerza toda cosa emana
su alta presencia a todos nos hermana.
Lo que existe, sin él no existiría.
De Dios eres antorcha en este mundo
y su instrumento fiel para crearnos
y podernos amar unos a otros.
¿Qué será de esta Tierra cuando llegue
tu hora de morirte y de dejarnos
y lo lejano oscuro aquí navegue.
Bien sé que hay otros soles por el cielo,
mas sólo tú ajardinas nuestro anhelo.
Alfredo Rubio de Castarlenas