Tajo V

 

Soneto

 

Te hemos cruzado, Tajo, por el puente

en donde paseando decidimos

peregrinar un día. No quisimos

prever allí, el año ni la gente.

 

Mas ha llegado el día, esplendente,

de hacer real aquello que entrevimos.

Hoy somos otros de ésos que partimos

pues tenemos el alma más ferviente.

 

Tajo amigo que enhebras nuestros sueños

y nos vas convirtiendo los ensueños

en tangibles palabras bien hiladas.

 

Cual tú, miremos siempre hacia delante

siguiendo, con firmeza y buen talante

de Cristo Resucitado, las pisadas!

 

 

Alfredo Rubio de Castarlenas

 

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