Tajo XII
Fiit +
Soneto en broma
Cuando yo era pequeño, ya existían
–cosa rara– las moscas y los avisperos.
¿Nacisteis cuando yo –pregunto al veros–
para picarme y que los otros rían?
Demando si estos bichos morirían
cuando yo muera. Picos son de aceros,
labrando el aire pérfidos obreros,
pues ya sin mi ¿en qué se ocuparían?
Quizá también resurjan en el Cielo
pero espero estén domesticados
o piquen a Ángeles inmateriales
y me dejen gozar según mi anhelo,
por toda eternidad de mis alejados
o se vuelvan insectos celestiales.
Alfredo Rubio de Castarlenas