FiiT +
Soneto
Tú, Señor, sabes bien que estoy cansado.
Mi buen amigo: ¡déjame dormir!
Aunque no tenga aún que ya morir,
nada te sirvo tan obnubilado.
No me importa que sea muy alado
este sueño que oso a Ti pedir.
Quizá me atrevería a sugerir
te sienta, mientras duermo, a mi lado.
¡Oh si además en sueños de mi sueño
te ensoñara que vienes como Dueño
a mandarme de nuevo despertar!
Seguro que de un salto brincaría
con vigor renovado y cantaría:
¿Cuándo me matas al alborear?
Alfredo Rubio de Castarlenas