Como decían, aparte de los setenta, que juntos formaban este grupo de los ancianos que habían recibido el Espíritu Santo, pero había otros dos que se habían quedado en el campamento y también profetizaban y decían: ¡cómo!, ésos no estaban allí. Y la respuesta es: ojalá que todos los del pueblo de Israel profetizaran también llenos de Espíritu Santo. Es un paralelo al Evangelio de hoy, que dicen los discípulos: hay uno que cura en tu nombre y no es de los nuestros, se lo vamos a prohibir. Jesús dice: si lo cura en mi nombre, ojalá que todos hicieran lo mismo, quien no está contra nosotros está con nosotros. ¡Qué hermoso!

 

En la segunda lectura del apóstol Santiago dice todas estas cosas a los ricos injustos, es lo que habéis oído. Precisamente esta tarde hemos estado hablando de cómo hay que tratarlos para tratar de cambiarlos y de convencerlos, pero es que yo desearía leer lo que Santiago dice justo antes de esto que hemos leído, que es como decir: antes de ver la paja en el ojo ajeno, mira tus ojos que a lo mejor tienes una viga, y sólo quitándotela es cuando entonces me podrás decir que tengo una paja. Dice así: «¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros?» Entre vosotros, éstos que después van a chillar al otro de sus injusticias. «¿No es de vuestras pasiones que luchan en vuestros miembros?» Claro, cuántas veces los que increpan están llenos de pasiones también. «Codiciáis y no poseéis como los demás.» Fijaos, tenéis envidia porque codiciáis y no poseéis como los demás. «Matáis, envidiáis –lo que estábamos hablando toda la tarde– y no podéis conseguir, combatís y hacéis la guerra. No tenéis porque no pedís, pedís y no recibís, porque pedís mal, con la intención de malgastarlo en vuestras pasiones. ¡Adúlteros!, ¿no sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, pues, que desee ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios.» Como decías tú, la letra es tan chiquitita que cuesta leerla. «¿Pensáis que la Escritura dice en vano: tiene deseos ardientes el Espíritu que Él ha hecho habitar entre vosotros? Más aun da una gracia mayor, por eso dice: Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes. Someteos pues a Dios, resistid al diablo y el huirá de vosotros, acercaos a Dios y Él se acercará a vosotros. Purificaos, pecadores, las manos limpias, limpiad los corazones, hombres irresolutos, lamentad vuestra miseria, entristeceos y llorad, que vuestra risa se cambie en llanto y vuestra alegría en tristeza, humillaos ante el Señor y Él os ensalzará. No habléis mal unos de otros, hermanos, el que habla mal de un hermano o juzga a su hermano, habla mal de la ley y juzga a la ley, y si juzga a la ley, ya no es un cumplidor de la ley sino un juez. Uno sólo es el legislador y juez, puede salvar o perder, en cambio tú ¿Quién eres para juzgar al prójimo?» Punto.

 

Después de todo eso que nos hemos de aplicar muy mucho todos y cada uno de nosotros, hay el capítulo siguiente que es el que hemos leído. Dice: Advertencias a los reyes. Sólo cumpliendo esta primera parte, limpiándonos de codicia, de envidia, de odio, de violencia, es como podemos ir después a los otros a sacarles la paja de su ojo y decirles: portaos bien porque si no, tendréis muchos remordimientos, si no, no dormiréis en paz, si no, Dios vengará todas las humillaciones e injusticias que habéis hecho. Os amamos tanto aun habiendo sido nuestros enemigos, os amamos tanto, queremos tanto vuestro bien, que queremos para vosotros el bien completo, que tengáis el alma exultante de alegría, de luz, gracias a la penitencia. Gracias a que escarmentéis y que veáis que, por este camino, quizá no los hombres, pero entonces sí Dios tomará venganza en vosotros de todas vuestras injusticias. Y os amamos tanto, que deseamos que os libréis de semejante cosa.

 

Pues bien, en esta Eucaristía nos abra el corazón a todos a sentirnos hermanos, a saber perdonar a los enemigos, así poder ser unos, y siendo unos podernos amar los unos a los otros como Dios nos ama.

 

Alfredo Rubio de Castarlenas

Homilía de 25 de Septiembre de 1988 en Santo Domingo (RD)

Comparte esta publicación

Deja un comentario