… la Navidad haya habido todos estos evangelios de la anunciación también que hubo a Isabel, la esposa de este sacerdote, que le anuncian el precursor y todas estas cosas, y es bonito que eso esté justo antes de la Navidad. Es curioso algunos de éstos. Naturalmente no es que pretendan ser relatos históricos en el sentido que entendemos hoy la historia, en el fondo son mucho más verdaderos éstos porque si leemos la historia que nos escriben, toda es tan mentirosa según quien la escribe, y si la escriben los franceses o la escriben los ingleses o los alemanes es de reír, porque todo lo cuenta cada uno a su manera y contradictoriamente. De manera que esto es otro género de historia, pero mucho más cierto.

 

En el evangelio de ayer había un dato precioso, así como quien no dice nada y sin embargo es muy significativo. Le anuncia el ángel a María antes que su prima Isabel está en el sexto mes. Entonces María va y, como quien no dice nada, dice: se quedó allí como tres meses. Claro, es que se quedó María atendiendo a su prima anciana y sin embargo esperando un hijo, se quedó tres meses hasta que dio a luz, y luego se marchó, pero se quedó tres meses, claro. Ese detalle que parece que no tiene importancia nos revela precisamente la historicidad de estas cosas. Y aquí hay otro detalle que tiene mucha gracia; Zacarías se había quedado mudo, y cuando van a poner el nombre al niño y circuncidarlo, le llamaron Zacarías, como a su padre, pero la madre intervino diciendo: no, se va a llamar Juan. Le replicaron: ninguno de tus parientes se llama así. Y no le hacen caso. Entonces llaman a Zacarías y le preguntan. Entonces con gran sorpresa él escribe en una tablilla Juan. O sea, ¡qué poco caso hacían aquí de la mujer!, no le daban vela, no en este entierro sino en este nacimiento, no la creían, sólo lo que dijera el padre era lo que valía y ella no contaba para nada. Son pinceladas así, sueltas, pero que retratan verdaderamente la situación verdadera.

 

// ¡Está Cristóbal aquí, bien llegado! ¿Y cuando llega Domingo?… Siéntate, siéntate. Estamos comentando estos evangelios de ahora, de este tiempo, y realmente son rasgos que demuestran profundamente la historicidad.

 

///

 

Estamos celebrando esta misa vespertina del día de Navidad y ya las cosas están muy cerca, y nos pone este cántico de Zacarías en honor de su hijo que es el que va a anunciar los caminos del Señor. Vamos a fijarnos un momento en lo que dice de éste que va a venir: porque irá delante del Señor a preparar sus caminos anunciando a su pueblo la salvación y el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios nos visitará el Sol que nace de lo Alto. Compara a Jesús con el sol que nace, no del horizonte, no, sino que es un Sol que viene de lo Alto, viene del Cielo, viene del seno de Dios Padre. … para iluminar a los que viven en tinieblas. Porque este sol que tenemos aquí, claro que nos alegra, y claro que puede ser la mejor imagen de este Sol que viene de lo Alto…

 

Alfredo Rubio de Castarlenas

Homilía de 24 de Diciembre de 1988 en Barcelona

Comparte esta publicación

Deja un comentario