Clemente, Caro.
C-C os llamo yo.
C-C dirán los ángeles
cuando lleguéis al Cielo
subidos por los aires.
¡C-C que son tan buenos,
siempre tan serviciales!
¡C-C clamarán todos
entre bellos celajes
batiendo grandes palmas
llenas de dulces dátiles.
C-C os llamo yo.
C-C dirán los ángeles.
Alfredo Rubio de Castarlenas