Cual mascarón de proa está labrado
por el Sol y el salitre este animal
en el barco roqueño que al umbral
de sus dos puertos quiere estar anclado.
La Herradura a estribor y al otro lado
Almuñécar, que líbranle de mal.
En sus laderas, sólo algo de cal:
espumas blancas que se le han colgado.
¡Sí! en estos jardines frente al mar
todas las flores que uno sueña, caben.
como aquéllos que quieran sólo amar.
Que hay en Los Berengueles, como un aura
de belleza y de luna. ¡Todos saben
que es la estela de luz de Doña Laura!
Cordialmente, Alfredo Rubio de Castarlenas