VEN ÁNGEL (2)
Versión leída por Alfredo años más tarde
Ven Ángel, ángel de mí.
Hazme dormir! Estoy
Cansado del bregar del día
y acaso por eso mismo no duermo.
No sé cómo te llamas.
Un día me lo dirás, cuando pueda verte,
Tú tan invisible.
Ya que eres para mí, te llamaré
Ángel de Alfredo, Ángel Alaphridi.
Sí, sí. Hazme dormir.
Que tus plumas arropen
mis párpados
y este inquieto pensar en duerme-vela.
Mañana, ¡despiértame pronto!
tú que eres eternamente insomne.
Despiértame, cuando el alba levanta
los pájaros y las grandes cigüeñas.
Luego… a medida que el sol
siga su camino, me oirás decir;
“No entiendo eso…
ni aquello”
Tú… ¡házmelo comprender!
Que soy cura y tengo que dar consejos.
¡Que soy pastor
y debo llevar a buenos pastos
a mis ovejas!
Procuraré acordarme de ti durante el día
Te pediré fuerzas,
mi buen Ángel Alaphridi.
Duro será siempre
el largo trabajo.
También te pediré, alguna noche,
que me hagas soñar
en un mundo más honesto
y bien perdonado por la ley del Amor.
Te pediré…
te pediré…
te iré pidiendo
toda la vida.
Y un día, ¿sabes?
mi siempre servicial
Ángel Alaphridi,
te pediré… ¡hazme morir!
Alfredo Rubio de Castarlenas